sábado, 28 de junio de 2025

Fascismo o democracia: La Pugna por el Mundo Post Neoliberal

Pieter Bruegel. La caída de los ángeles rebeldes. 1562



En la hora actual, América Latina y el planeta entero prácticamente son el escenario de una intensa lucha por definir los contornos del mundo pos neoliberal, Uno más excluyente y siempre bajo la tutela de un decadente imperialismo norteamericano, o bien uno más integrado, pacífico, respetuoso con la naturaleza y las libertades y derechos de los seres humanos.

 

Hace apenas unos días, de hecho, el imperialismo norteamericano puso nuevamente en vilo a la humanidad atacando las instalaciones nucleares de Irán. Pocos días antes, en Colombia, el gobierno del Presidente Petro, el movimiento social y sindical -el pueblo de Colombia- se anotaban un logro de la máxima significación con la aprobación de la reforma laboral, resistida por las cámaras empresariales y la derecha en el senado de ese país. El encarcelamiento de la ex Presidenta Cristina Fernández en Argentina, mientras se aprestaba a competir en Buenos Aires por un sillón en la Cámara de Diputados, dejó en evidencia que la ofensiva antipopular de La Libertad Avanza y el empresariado argentino no escatima en recursos para remover cualquier resistencia que se le oponga. La consolidación en México de la reforma judicial bajo el mandato de la Presidenta Claudia Scheinbaum y su digna respuesta a las amenazas y bravuconadas del Presidente de EE.UU. representan, en cambio, una negación a las pretensiones reaccionarias de imponer sus recetas a nuestros pueblos.

 

La Unión Europea, mientras tanto, se interna cada vez más profundamente en una carrera armamentista que tendrá como contrapartida la reducción del gasto social, generando oleadas de protesta, al mismo tiempo que contra el resurgimiento del fascismo en casi todos los países que la componen.

 

En fin, la lista podría seguir alargándose. Las alternativas son que el imperialismo, en su caída, profundice aquellos rasgos que lo llevaron  - junto a sus aliados en el siglo XX- a su posición hegemónica -saqueo de los recursos de países del tercer mundo, militarismo y guerrerismo para resolver problemas políticos; imposición de sanciones económicas y condiciones de intercambio comercial desiguales y que sólo confirman su posición hegemónica; uso descarado de su poderosa industria de las comunicaciones y la información para distorsionar la realidad a su favor, etc.- o bien uno basado en el respeto por la soberanía de las naciones, la paz, el desarrollo sustentable y el respeto de los DDHH.

 

En el mismo corazón de EE.UU. surge una respuesta al fascismo que se ha hecho del control casi total del poder, el que ha descargado contra inmigrantes, minorías sexuales y las mujeres, y que ha hecho de la guerra comercial un lucrativo negocio que hace más ricos a los super ricos, como Trump y su séquito, a costa del resto de la humanidad y de los trabajadores y trabajadoras norteamericanos. La gira nacional del senador Bernie Sanders con la congresista Alexandra Ocasio Cortez, el triunfo en la primaria por la alcaldía de Nueva York del joven representante del ala socialista del Partido Demócrata Zohran Mamdani; las masivas protestas en contra de Trump y la siniestra ICE, gestapo de la inmigración, dan cuenta de una intensa resistencia a sus planes en las mismas entrañas de un imperio incapaz de contener ya la diversidad de un mundo que niega y al que pretende adaptar a su imagen y semejanza.

 

Como siempre, el resultado que vaya a tener esta intensa lucha, no será solamente el producto de un destino escrito de antemano, sino de la voluntad de sus protagonistas de esta trama. El éxito de la ofensiva reaccionaria que amenaza a la humanidad y que en Chile tiene a las derechas disputándose la posibilidad de conducirla, como lo demuestran los acontecimientos recientes del mundo entero, no está garantizado y precisamente por ello, el fascismo trata afanosamente de imponerse a las exhaustas formas tradicionales de la derecha.

 

Como dicta la historia, a pesar de la recurrencia de múltiples obstáculos, serán los ciudadanos y sus organizaciones, los trabajadores, trabajadoras y el pueblo, los que tengan la última palabra. Es el desafío del que tendrá que hacerse cargo la recientemente electa candidata de la izquierda y las fuerzas democráticas, Jeannette Jara en noviembre, junto a un movimiento de masas que como en Colombia, EE.UU., Argentina, Europa y el resto del mundo, resista la ofensiva neofascista que amenaza a la humanidad entera.

Hernán González M.

Profesor

Nelson Soza

Periodista

No hay comentarios:

Publicar un comentario