Frans Hals. Banquete de los oficiales de la guardia civil de San Jorge. 1627
Finalmente, Piñera cumplió su promesa e hizo efectiva la
presentación ante una de las instituciones más ilegítimas, cuestionadas y hasta
detestadas por la población, el inefable TC.
Ello, para detener la devolución de un miserable 10% de los ahorros
de los trabajadores secuestrados por las AFP's, gracias al lanzazo más grande
de nuestra historia cometido por la dictadura de Pinochet y planificado,
implementado y posteriormente justificado por José Piñera. El hecho ya ha sido
objeto de innumerables polémicas políticas y teóricas, especialmente acerca de
la propiedad de los fondos, las que aparentemente no tienen solución a no ser
que se naturalice el sistema de administración por parte de empresas privadas
de los ahorros de los trabajadores expresado en el Decreto 3500.
En efecto, si no fuera por la legitimación legal de este despojo, no
sería posible sostener con tanta soltura la improcedencia de devolver aunque
sea un parte de estos, sin que ello pareciera una desfachatez y una bofetada al
sentido común. Pero bueno, estamos en el oasis de la ideología neoliberal,
donde los galimatías más absurdos han sido elevados a la categoría de axiomas
de la ciencia económica.
El asunto se reduce, pues, a una cuestión política. Nadie ha
cuestionado el problema de la propiedad sino su carácter de clase. Y en este
caso, el que sea el capital financiero quien defiende con uñas y dientes su
derecho de propiedad sobre una riqueza producida por millones de trabajadores y
empleados, esquilmados mensualmente, no es más que una expresión de este
fenómeno.
El recurso ante eel TC es precisamente una expresión de aquello y
aun cuando parezca una torpeza, se trata de una demostración de quiénes son
realmente los que gobiernan. Piñera mismo, es un conspicuo representante de esa
clase de magnates que se han enriquecido a través de la especulación y la
acumulación de un fondo billonario siempre dispuesto para ser prestado y
después cobrado con intereses.
El cinismo de esta clase que vive del préstamo y la especulación,
llega a niveles casi intolerables y aun cuando tenga consecuencias políticas y
sociales indeseables para ciertos sectores, sectores incluso privilegiados de
la sociedad, se expresan en la prepotencia del prestamista al que le importa un
bledo la suerte de sus clientes -como el señor Lheureux de Madame
Bovary- con tal de recuperar su inversión.
De ahí las lágrimas de cocodrilo del presidente de RN, de los
parlamentarios de derecha que votaron a favor del retiro y las súplicas al
gobierno para que presente su propio proyecto de retiro o extienda los
beneficios para los afectados por la pandemia. Aparentemente nada de esto
conmueve a Piñera ni a su círculo de hierro. No tiene nada de raro que durante
su primera administración y también en ésta, haya recurrido permanentemente a la
UDI y a lo más granado de la reacción, pese a sus ínfulas de haber sido parte
de la derecha liberal -como Allamand- en los inicios de la transición.
Dificilmente habrá alguna posibilidad de que la oposición llegue a
algún acuerdo con este esperpento de avaricia. Es probablemente mucho lo que
está en juego, negocios y créditos multimillonarios y especialmente, la
posición de privilegio que ocupa este sector de las clases dominantes en la
dirección del sistema político y la sociedad.
Ni siquiera las bravatas de los militares, a través de declaraciones
públicas amenazantes para referirse a un anodino programa humorístico de
televisión, han logrado lo que dicen los protagonistas del acuerdo del 25 de
noviembre del 2019, precipitó el acuerdo por la paz. El gobierno de los avaros
tiende a radicalizar cada vez más las diferencias y el estado de crispación que
cruza a nuestra sociedad. Parecen no estar dispuestos a ceder un milímetro de
sus posiciones de poder ni a compartir un pedacito de las estrambóticas tasas de
ganancia que les garantiza su papel de prestamistas.
Por esa razón, se puede avizorar un panorama turbulento en los años
que vienen aunque ya en las próximas semanas, definición del TC de por medio,
es posible que las noticias sean muchas e inesperadas.
Si exacto muy bien dicho aca lo que a venido ocurriendo con estos retiros y la avaricia de la elite chilensis que a quedado completamente develado que jamas van a estar dispuestos a compartir ni menos redistribuir lo robado y sus privilegios en el poder!! Son unos pobres avaros ..
ResponderEliminarNo puede haber impunidad para este gobierno de psicópatas que nos gobierna con piñera a la cabeza, con la negligente complicidad de la "oposición" política.
ResponderEliminarEl daño al pueblo es enorme a contar de octubre 2019
Si el congreso hubiera actuado de acuerdo al mandato de quienes los eligieron esta tremenda tragedia pudo haber sido evitado.
El pueblo no deberá cruzarse de brazos al término de esta administración.
Tenemos la obligación moral, por respeto a todas las víctimas de las violaciones a los derechos humanos y también por respeto las miles de víctimas del manejo irresponsable de la pandemia,de llevar a todos sus responsables a los tribunales de justicia, previa depuración de esta institución corrupta cómplice de los abusos del estado con las miles de víctimas del gobierno de piñera
Los nuevos tribunales de justicia debe ser con integrantes probos e imparciales.
Los autores intelectuales y seguidamente a los que ejecutaron todas las violaciones, deben ser los primeros que tendrán que rendir cuentas no dando lugar a la impunidad a la cual han estado acostumbrados.
Seguidamente deberán ser todos los congresistas por su notable abandono de funciones que tuvieron durante la mayor parte de la sistematica violacion de los DDHH cometidas por el gobierno de piñera.
Su inacción y complicidad es evidente.